El trabajo de Rüedi se desarrolla en un momento en que la pintura está redefiniendo su lugar discursivo entre las prácticas artísticas. De ahí quizás que Jerónimo se encuentre buscando al límite del lenguaje, activando los principales temas y posibilidades de la pintura abstracta con un mínimo de elementos, como prescindiendo de todo accesorio que pudiera confundir su especificidad.
Sus últimos trabajos, realizados durante su residencia en 20|20, se han enfocado en la superfície y el uso de diferentes brillos, algunos de estos hasta ahora incómodos y evitados.
Es la tensión entre el gesto primitivo -generalmente opaco- y la sofisticación de sus nuevas superficies, de reflejos extremos y dinámicos, que activa su personal discusión pictórica. Es justo ahí donde donde logra expresar esa tan paradójica urgencia del ser contemporáneo: la urgencia misma de expresar.
Álvaro Castillo